martes, 13 de agosto de 2013

ESPAÑA: CRISIS Y CORRUPCIÓN (I)


El 18 de julio pasado me entrevistaban en la Radio del Sur, para saber mi opinión sobre los últimos acontecimientos que estaban siendo noticia en todas las agencias, referidos a la aparición, de nuevo, del nombre de Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno, en los famosos “papeles de Bárcenas”.
            Otra noticia que daba vueltas por los medios era el anuncio por parte de Rubalcaba, secretario  General del PSOE, mayor partido de la oposición, de promoción de una moción de censura.
            Habían sido convocadas para ese día “barbacoas de chorizos” ante las sedes del PP, en muchas ciudades españolas y también en otras extranjeras en las que ya es visible la emigración de jóvenes españoles en paro, para protestar contra la crisis y la corrupción generalizada. Explicaban en la Radio del Sur lo que significa la palabra “chorizo”, además de su acepción habitual, en nuestro país: ladrón. A la hora de la entrevista las movilizaciones ya se habían realizado; grupos de ciudadanos habían acudido a estas movilizaciones que no fueron ni masivas ni numerosas, convocadas por organizaciones sociales vinculadas al 15M, a las “mareas” y, a última hora, por Izquierda Unida. En Madrid, donde la participación fue mayor, la policía nacional impidió que los manifestantes se aproximaran a la calle Génova, sede central del PP.
            Pareciera que, al menos para medios extranjeros, estos acontecimientos habían creado muchas expectativas, en el sentido de que Mariano Rajoy pudiera dimitir en los días siguientes o que prosperara la moción de censura del PSOE e, incluso, pudiéramos estar próximos a la convocatoria de elecciones generales anticipadas. Sobre estos temas tenía que dar mi opinión, que intento sistematizar ahora por escrito para Roete Rojo.
            Comenté en la entrevista que  ninguno de estos “escenarios” se concretarían. Mi certeza al respecto, creo, pudo causar alguna incertidumbre en mi entrevistador.
            No eran previsibles dimisiones. Las y los personajes políticos cuestionados por su implicación  en actos de corrupción “tienen una jeta que se la pisan”, explicando que la expresión utilizada significa que no tienen vergüenza, ni moral, ni ética. Como decimos los lugareños, “aquí no dimite ni Dios… lo asesinaron”.
            Tampoco prosperaría la moción de censura ya que el PP tiene mayoría absoluta en el Parlamento, que era impensable que algún diputado o alguna diputada del partido en el Gobierno cambiara su voto, que los partidos nacionalistas de derechas ya habían anunciado que no la apoyarían; en principio, tampoco IU por distintos motivos. Se trata pues de una política de gestos que mantiene la atención de los medios de comunicación, permitiendo una tibia sensación de que existe oposición al Gobierno, en un panorama en que las encuestas consolidan la caída electoral del PSOE.
            De momento tampoco se avizoran unas elecciones anticipadas. Los que gobiernan lo han dicho por activa y por pasiva. Contaron con la mayoría absoluta en las pasadas elecciones generales. Una especie de “cheque en blanco”, no se cansan de repetir, que les permite y les obliga a terminar el mandato, según su interpretación.
            Un aspecto importante del problema es que los casos de corrupción y su llegada a los tribunales de justicia no sólo afectan al Partido Popular. La geografía política del Estado es una mancha de aceite corrupta que afecta a todos por igual, o mejor dicho, afecta a todos según el grado de representación y participación en los poderes del Estado, central, autonómico, provincial y local. Hemos vivido un período de capitalismo salvaje, especulativo y corrupto, en el que poderes públicos, entidades financieras y empresas privadas eran la misma cosa y el dinero negro corría como torrente desbocado de un lugar a otro hasta los bolsillos de representantes públicos, intermediarios, mafias, familiares, amigotes… Hasta que la olla a presión de la crisis explotó.
            Uno de los casos más emblemáticos ha sido la corrupción desvelada en la tramitación de los Expedientes de Regulación de Empleo desarrollados por la Junta    de Andalucía, gobernada por el PSOE, hoy en los tribunales bajo la responsabilidad de la jueza Alaya. Los escándalos en  Catalunya afectan a los principales partidos. En el País Valenciá, el dinero de la corrupción mancha a las y los gobernantes de los últimos diez años, en las Illes Baleares más de lo mismo: en Nafarroa, Galizia, Cantabria, etc. 
La crónica negra afecta a la Casa Real, a los Tribunales de Justicia, ministros y ministras, alcaldes y alcaldesas, expresidentes del gobierno, etc. Un asco. En verdad no me apetece una relación exhaustiva de nombres o entidades. Apenas un puñadito de encarcelados esperando sentencia, algunos jueces y juezas presionados las 24 horas del día, inhabilitaciones para impedir el curso de las investigaciones, impugnaciones de jueces y fiscales, conflictos de competencias para torpedear los procesos abiertos, etc. Todo, con perdón, huele a mierda. Lo cual obliga a una reflexión más profunda y meditada que la interpretación de la cotidiana noticia.
Esperé a que pasara la comparecencia del presidente Rajoy para escribir estas líneas, con la intención de comprobar hasta dónde mis previsiones pecaron de pesimistas o fueron acertadas. La vida sigue igual, como en la canción  de Julio Iglesias.
Por último comentar  que como la entrevista se realizó el 18 de julio, ello me permitió recordar que hacían justo 77 años del golpe militar de Francisco Franco contra la joven II República Española, el único proyecto reformador, modernizador y democrático que ha vivido la sociedad española en el siglo XX.  En su derrota violenta y en la instauración de una dictadura fascista que pervivió casi por 40 años, debemos indagar para explicar nuestra historia actual y los elementos que para la reflexión propondré en próximo artículo.

En la ciudad del desamparo,
6 de agosto de 2013
Roete Rojo