domingo, 26 de noviembre de 2017

GOLPE FINANCIERO CONTRA VENEZUELA


(Escrito para El Otro País de Este Mundo)

Las elecciones para elegir gobernadores y gobernadoras de los 23 Estados o Gobernaciones que componen la República Bolivariana de Venezuela se celebraron el 15 de octubre pasado. El resultado de las mismas fue una alta participación y la victoria chavista en 18 de las 23. Un dato extraordinario de no ser porque la oposición se hizo, además de con Anzoátegui y Nueva Esparta, con  3 Estados fronterizos con Colombia: Mérida, Táchira y Zulia; frontera que ha sido, y por desgracia lo seguirá siendo mientras la ultraderecha gobierne en Colombia, el territorio donde se fraguan y desarrollan las estrategias más agresivas contra Venezuela en todos los órdenes: económico, político, financiero, militar y paramilitar. En la frontera se mueven los delitos de corrupción, extracción ilegal, tráfico de divisas o contrabando a gran escala, así como la acción de los grupos paramilitares colombianos y todo tipo de delincuencia. Pero en las victorias de la oposición también han contado la mala gestión de los anteriores gobernadores chavistas.

El Gobernador electo por el Estado Zulia, Pablo Guanipa, se negó a juramentar su cargo ante la Asamblea Nacional Constituyente; de tal modo que no pudo tomar posesión de su cargo. El próximo 10 de diciembre están convocadas elecciones municipales y en Zulia volverán a votar un nuevo Gobernador o una nueva Gobernadora, en estricto cumplimiento de la Constitución y el Estado de derecho.

Pasados los terribles meses de la violencia política desarrollada por la derecha fascista, en el marco de una campaña global contra Venezuela, que fueron superados con la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente y la posterior victoria arrolladora del pueblo, el imperialismo norteamericano guardó de momento el hacha de la intervención miliar directa contra Venezuela para sacar el hacha de la guerra financiera. Las elecciones se habían celebrado el 30 de julio. No tardó mucho el imperialismo y sus aliados en contestar. La guerra financiera contra Venezuela no es nueva pero ahora resurge con una virulencia extraordinaria.

El viernes, 25 de agosto, el presidente Trump aprobaba otra Orden Ejecutiva para implementar de forma inmediata a través del Departamento del Tesoro, sanciones a la economía y sistema financiero de Venezuela, con el claro objetivo de asfixiar al país mediante este nuevo bloqueo económico; habida cuenta de las características de la economía venezolana basada en la exportación de petróleo y la importación de bienes e insumos. El boicot de los bancos norteamericanos está bloqueando desde hace meses, por medidas similares, la compra de alimentos, insumos productos y medicamentos, entre otros.

De inmediato las “agencias evaluadoras”, como en anteriores ocasiones, hicieron correr sus “informes” en el sentido de que Venezuela no podía hacer frente al pago de la deuda externa y advirtiendo de que estaba al borde de la quiebra; a pesar de que el país se ha demostrado como un excelente y riguroso pagador. Desde 2013 Venezuela ha pagado 71.700 millones de dólares en concepto de deuda, siempre en plazo.

Siguiendo el guión, el Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea aprobaba el lunes, 13 de noviembre, por unanimidad, sanciones financieras contra Venezuela, un embargo de armas y de material “destinados a la represión interna”. También Canadá se sumaba a las sanciones emprendidas por el Gobierno de los EE.UU. de Norteamérica. En todos los casos se suma, además, la sanción a cargos públicos y militares considerados “responsables del deterioro democrático”. Entre ellos está el joven periodista Ernesto Villegas, en la actualidad Ministro del Poder Popular para la Cultura,  o el que fuera Fiscal de la República, Isaías Rodríguez, embajador de la República Bolivariana de Venezuela en España e Italia o en actual Fiscal, Tarek William Saab.

El Canciller de la República, Jorge Arreaza, se reunía el día 14 con los representantes diplomáticos acreditados en Caracas para manifestar la enérgica protesta del pueblo y Gobierno  de Venezuela, a las pretendidas sanciones del Consejo de la Unión Europea. “Es triste, dijo ante los asistentes, que con esa decisión los gobiernos de la U.E. se pongan al servicio de la administración de Donal Trump”.

El Gobierno venezolano, por supuesto, no se quedó de brazos cruzados. El día 13 de noviembre se reunían en Caracas la gran mayoría de los tenedores de bonos con la Comisión Presidencial de Reestructuración y Refinanciamiento de la Deuda, para buscar aliviar el servicio de amortización de las obligaciones en divisas. “De manera coordinada”, según expresión del portavoz del Gobierno, “hemos superado esa complejidad, estamos venciendo el cerco que intentó Trump y el señor Julio Borges”… “el Gobierno Nacional superó el cerco brutal al que ha sido sometida nuestra economía originado por la Oficina de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC)”… “Vamos a pagar en común acuerdo con los tenedores de los bonos. Pero no vamos a pagar la deuda externa maltratando al pueblo como se hacía anteriormente, vamos a proteger al pueblo”, expresó el Presidente Nicolás Maduro. Aún no han acabado las negociaciones aunque sí está garantizado el apoyo de Rusia y China.

El martes 14 Venezuela iniciaba el pago de la deuda externa “de manera franca, clara y correcta”, tras el  proceso de refinanciamiento.

Jorge Rodríguez, flamante Ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información,  afirmaba por su parte que “frente a la intención de ahogar financieramente a la economía del país, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, diseñó una estrategia para refinanciar la deuda externa, y en consecuencia se dejó “con los crespos hechos” a estos genuflexos de la derecha venezolana, a los centros de la Unión Europea y a los centro financieros internacionales”.

La Asamblea Nacional Constituyente, por su parte, dio respaldo al refinanciamiento de la deuda externa., aprobando por unanimidad el martes 14, un acuerdo de rechazo a las sanciones unilaterales de la Unión Europea contra Venezuela, exigiendo a la U.E. ajustar su actuación al Derecho Internacional y a abstenerse de realizar actos unilaterales, coercitivos, que contribuyan a vulnerar la soberanía nacional, con la declarada intención de oxigenar a la oposición antidemocrática y criminal. Con esta acción, afirma la ANC, la Unión Europea renuncia a su soberanía y se pliega, rinde y subordina a los mandatos y exigencias de los EE.UU. de Norteamérica.

Las acciones contra Venezuela continúan. El Gobierno de Rajoy, el más activo a la hora de promover en el Consejo de la U.E. las sanciones contra Venezuela, el más rastrero en relación a Donal Trump, ¿quizás a  cambio de alguna moneda en relación a Catalunya?,  ha recibido a Antonio Ledezma (vámpiro, le llaman en Venezuela), prófugo de la justicia venezolana. El texto diplomático de la Cancillería de la República Bolivariana  ha sido contundente: “… El soporte que el Gobierno Español otorga al señor Ledesma no es más que la continuación de una larga lista de agresiones e injerencias que se  que se cometen contra el pueblo y Gobierno Bolivariano… Rajoy insiste en dar protección a quienes han violado todos los principios democráticos y ha promovido la desestabilización del Gobierno legítimo de nuestro país…”

La guerra, pues, continúa. El Ministro de Energía Eléctrica, general Luis Motta, informaba que los sabotajes terroristas al sistema nacional habían causado en lo que va de año 40 fallecidos (delincuentes, seguro de origen humildes, mueren al manipular los cables de alta tensión) y 281 personas detenidas. Según las estadísticas que mostró en rueda de prensa, dichos ataques aumentan en las proximidades de cada convocatoria electoral.

El grupo musical venezolano “Los Guaraguao” eran retenidos en el aeropuerto de Honduras durante 18 horas y luego expulsados, sin poder realizar la gira que tenían contratada. El pueblo les rindió homenaje de desagravio concediéndoles el honor de cerrar la FILVEN (Feria Internacional del Libro de Venezuela).


Roete Rojo




sábado, 26 de agosto de 2017

VENEZUELA: LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE ES UNA AMENAZA PARA EL CAPITALISMO DOMINANTE


(Entrevista a Jesús Peña Cedillo, profesor de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela)
Realizada para El Otro País de Este Mundo

P. Cuando el día 1 de Mayo, ante un pueblo volcado en las calles de Caracas, el presidente Nicolás Maduro anunció la convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente (ANC), consideramos la propuesta como audaz pero arriesgada. En vista de todo lo ocurrido y de los extraordinarios resultados obtenidos, ¿Cómo valoraría a día de hoy la iniciativa?

Es necesario colocar en su contexto la propuesta de Asamblea Nacional Constituyente.  Recordemos que con la Constitución de 1999 (aprobada en votación popular, universal y secreta) surgieron  mecanismos para hacer realidad una democracia distinta, en la que el pueblo jugase un rol participativo y protagónico; rescatando sus esencias de equidad y justicia para las grandes mayorías. Entre esos mecanismos el más poderoso de todos es el de la ANC, una institución que permite entregar por completo el poder al pueblo para rehacer el Estado, reconstruir el marco legal y redactar una nueva Constitución (que debe ser refrendada por el voto popular). En 1999 se abrieron las puertas para que su convocatoria fuera expedita, sin mayores trabas (por parte del poder constituido), incluyendo diversas opciones de activación, entre otras la iniciativa presidencial. La convocatoria ha sido totalmente legal y legítima; el carácter plenipotenciario que asume la ANC es también una previsión de la Constitución venezolana. El pueblo toma el poder por encima de cualquier ente constituido y lo ejerce para resolver los grandes temas que le conciernen.

La revolución bolivariana ha sido desde sus prolegómenos allá por 1989,  expresión clara de la lucha de clases, no solo nacional en Venezuela, sino global; del enfrentamiento que los trabajadores y los pueblos sostienen contra el capitalismo, ahora en su versión imperial y neoliberal. La lucha de estos años en Venezuela y los planteamientos que se harán dentro de la ANC son una amenaza directa al modelo capitalista dominante; ya lo fueron en la constituyente de 1999, pero hoy en día más.

El contexto pone en su verdadera dimensión lo que este episodio “doméstico” representa en el marco global. EEUU, la Unión Europea, Australia, Japón y hasta el Vaticano y Marruecos, además de los regímenes latinoamericanos a neoliberales, han puesto el grito en el cielo y tomado acciones punitivas contra nuestro país. Del centenar de Asambleas Constituyentes que se han dado en el mundo en los últimos veinte años, ninguna ha merecido una ínfima parte de la repercusión política y mediática global de la nuestra.
Venezuela es hoy un campo de batalla global. La denominada ‘oposición venezolana’ no es ni un grupo político opositor a la usanza de los sistemas tradicionales, ni es venezolana en  sentido estricto: sin ningún tapujo responde solo a intereses de fuerzas extranjeras globales, pero dirigidas desde EEUU. La  declaración abierta del Jefe de la CIA de que está acordando con Colombia y México el cambio de gobierno en Venezuela y del propio Donald Trump amenazando con una acción militar, dibujan el panorama, sin necesidad de esperar cuarenta años para que se desclasifiquen documentos secretos.

Yendo al meollo de tu pregunta, no les debe extrañar si califico la convocatoria, elección e instalación  exitosa de la ANC como el movimiento político más audaz de toda la historia del bolivarianismo. Primero, porque se ha impulsado en un contexto de extrema debilidad, la mayor en los casi veinte años de Gobierno de la revolución;  marcado tanto por la  pérdida de casi dos tercios de la Asamblea Nacional, como por la inclemente guerra económica que ha sufrido el país por más de dos años y que incidió en dicha derrota electoral. Segundo, porque el Gobierno llevaba años, no solo con Maduro, desarrollando acciones sobre todo defensivas,  estancando la agenda de transformación profunda perfilada por el bolivarianismo.

El acoso extremo llevó al alto Gobierno a tomar, de una vez por todas, una iniciativa política de largo aliento, ante la perspectiva del desenlace sangriento procurado por la derecha, que se podía producir sin capacidad  electoral ni de calle para superarlo con éxito.

Para el primero de mayo la violencia se había establecido en las calles como respuesta ‘opositora’ a 10 meses de llamados  al diálogo por parte del Gobierno nacional, para tratar de poner fin al bloqueo económico diseñado contra el país por fuerzas internas e internacionales. El objetivo ‘político’ de la derecha no era conquistar el Gobierno a través de un proceso democrático, sino asaltar el poder violentamente para quedar sin ataduras para extirpar de raíz el chavismo, incluyendo su liquidación física.
Ese objetivo se expresaba con claridad en sus manifestaciones violentas (presentadas por los medios nacionales e internacionales como ‘pacíficas’) y en sus discursos de odio; con  extremos de agresión nunca vistos, incluyendo el linchamiento y quema de más de treinta personas por el solo hecho de parecerles chavistas, con la muerte de seis de esos atacados; agresiones físicas y verbales a personas en lugares públicos como parques, comercios o restaurantes de Venezuela, y el mundo entero,  por su pensamiento político, campaña organizada a nivel global. El ‘opositor’ común venezolano ha interiorizado ese odio hasta un punto tal  que en los pocos casos en que alguien se ha disculpado, aclaran que no lo hacen por el hecho en sí, sino porque la persona atacada no era chavista.

Estábamos ante una insurrección violenta de la oligarquía que habita Venezuela (apoyada con recursos extranjeros), con participación de parte de las capas medias, con  fuerte incidencia de delincuencia común y paramilitar; cuatro meses. Junto con el socavamiento institucional generado desde la AN opositora y en concordancia con la guerra económica, desabastecimientos inducidos,  especulación desenfrenada de precios y ataque implacable a la moneda nacional); todo ello acompañado de un aparente sentimiento general de desencanto del chavismo.

Los hechos violentos con víctimas mortales a diario, en su gran mayoría procuradas por el bando fascista; el efecto positivo que estaba teniendo el trabajo de reactivación de la moral del chavismo, mencionado en entrevista anterior, (dirigido principalmente por Diosdado Cabello); la fortaleza evidenciada por la alianza cívico-militar,  un liderazgo notable del general Padrino López al frente de las FANB, que evitó la más mínima fractura interna y, en definitiva, la confianza en que prevalecería la conciencia profunda del venezolano de a pie acerca del país que se quiere construir,  condujeron a una decisión muy atrevida por parte de Maduro, pero anhelada por muchos (esta u otra de igual calibre) para salir del marasmo paralizador y de un futuro aún más violento.

Los resultados no han podido ser más extraordinarios, si consideramos los efectos producidos en facetas tan importantes como:
a)      La reactivación plena en la calle y en la acción política del movimiento popular revolucionario, agrupado tras la idea de que la revolución, la paz y la soberanía del país merecen ser defendidas y ampliadas.
b)      La oportunidad para hacer en profundidad lo no hecho hasta ahora, incluyendo la rectificación de aquello que se ha desviado del camino; el reimpulso a la construcción del socialismo bolivariano y la conformación de un poder popular no subordinado a los poderes tradicionales.
c)      La derrota de la estrategia violenta del fascismo y el imperialismo gracias al accionar político democrático: la movilización y el voto popular.
d)      La puesta en evidencia de manera inequívoca del carácter de clase y antiimperialista, con alcance supranacional, de la lucha en curso.
e)      Lo indispensable que es en este tipo de batallas superar la cobardía política y retomar la iniciativa estratégica.
f)       La reapertura de la vía pacífica para la revolución, cuando ya se vislumbraba que solo por la acción violenta se podría defender lo ganado en las urnas (el gobierno nacional y el proyecto constitucional de 1999, irrespetado recurrentemente por la derecha).
g)      La activación de poderosas fuerzas regionales, principalmente en el ALBA y el CARICOM, alineadas con el proyecto socialista bolivariano; abriéndose nuevas alternativas de profundización de este ideario más allá de las fronteras venezolanas.
h)      La puesta por enésima vez en evidencia que quienes traicionan una revolución en este tipo de batallas, sea cual sea su excusa, terminan en brazos de la derecha y se hacen cómplices de sus esfuerzos violentos por acabar con las  alternativas al capital.
i)       El desenmascaramiento de la socialdemocracia y la ultraizquierda por igual, al  demostrarse de nuevo  –nacional e internacionalmente- que en su mayoría esos movimientos siempre se deslindarán con rapidez de cualquier revolución verdadera y se sumarán a quienes quieran asesinarla. Triste destino para muchos.
Al tiempo que el socialismo bolivariano ha retomado la iniciativa política y ha derrotado al fascismo y al imperialismo, confrontación que por supuesto continúa, se ha aclarado  el alcance real de la contienda que se da en tierras venezolanas; y de igual manera ahora son clarísimas las posiciones políticas, las estrategias en juego y las alternativas de lado y lado, con el jefe del imperio dando directamente la cara ante el fracaso de sus huestes locales.

Lo que percibimos como una enorme ampliación de nuestras oportunidades, no hace más que obligarnos a redoblar los esfuerzos, porque nada está garantizado, menos con la amenaza militar de EEUU al frente.

P. ¿Qué tipo de obstáculos han tenido que sortearse y cómo definiría el carácter de la oposición fascista en los meses transcurridos?

Obstáculos propios derivados de la pérdida de iniciativa política y la repetición de fórmulas ya gastadas, hasta la desconexión con el chavismo de base, pasando por el temor de echar gasolina al fuego si se tomaban medidas drásticas contra la violencia fascista, medidas comunes en países capitalistas desarrollados para defender la estabilidad del sistema. Hubo que superar esa parálisis y el descreimiento en nuestras propias fuerzas.

Ya en el proceso, la principal duda era si se podría recuperar la fidelidad perdida de parte del apoyo popular histórico del chavismo, que se abstuvo en 2015. Las votaciones se harían en un ambiente de sabotajes y ataques a las personas, lo que podría impedir el derecho al voto a importantes sectores de la población.
Todos los obstáculos se superaron con creces: se tomó con firmeza la decisión, se comunicó clara y ampliamente, con una campaña de altísima calidad política, moral, cultural y participativa; los niveles de incorporación popular en todas las fases fueron inesperados. En el acto de votación el chavismo logró el mayor número de votos de su historia, contando la votación indígena: alrededor de 8 millones y medio de votantes, que en una elección usual en Venezuela hubiesen representado más del 60% de los votos. La participación popular y el entusiasmo mostrado por la población acabaron de un solo tajo con las movilizaciones violentas de la oposición. El día posterior cambió radicalmente el ambiente que se respiraba en las calles de Venezuela: una sensación de alivio generalizado. La oposición quedó estupefacta, para a continuación dividirse en pedazos y quedar destrozado su instrumento aglutinador (MUD) indeciso ante los pasos a seguir.

La instalación de la ANC plenipotenciaria y la inmediata activación de los plazos para participar en las elecciones regionales previstas para diciembre, ahora adelantadas a octubre, han implicado para ellos más división,  desconcierto y  frustración de sus bases, que se creyeron a punto de tomar el poder y ahora se ven encaminadas a elecciones, reconociendo un Consejo Nacional Electoral que nunca se cansaron de vituperar. El involucramiento directo de muchos de los dirigentes opositores en graves actos delictivos durante estos meses de violencia, los hacen sujetos de la acción de la ley y muy probablemente serán inhabilitados (o llevados a prisión), ahora que la ANC ha puesto de nuevo en marcha los mecanismos regulares de justicia al acabar con la impunidad propiciada por la anterior Fiscal General de la República, quien estuvo actuando coaligada con los dirigentes del golpe fascista.

El carácter fascista, apátrida y pro-imperialista de la ‘oposición venezolana’ ya es inocultable, quedando en clara evidencia durante todos estos meses de violencia política, racista y de clase, y en sus descarados llamados a la intervención de potencias extranjeras en Venezuela; actitud que ya le habíamos visto en acontecimientos ocurridos en el 2002, 2004, 2013 y 2014.

P. Podemos afirmar que la campaña de desestabilización, cuyo objetivo no ha sido otro que quebrar la voluntad del Gobierno y del pueblo, haciendo inviable la ANC, ha fracasado. La extorsión internacional y la acción de bandas paramilitares en el interior han sido los elementos principales. Pero la guerra continua, ¿o no?

El objetivo inicial y permanente ha sido derrocar mediante un golpe cruento al Gobierno bolivariano, como paso previo al exterminio del chavismo. Al surgir la opción de la ANC la oposición golpista entendió que sería un golpe noble el que recibirían si se instalaba y por ello reenfocaron hacia ella sus baterías. En todos sus propósitos cambiantes han sido severamente derrotados. Pero, por supuesto, la guerra continúa y durará mientras la confrontación entre sistemas siga viva.

La Constituyente lo puso en juego todo. Si la oposición hubiese ganado esa contienda (decían que el 90% rechazaba a Maduro), todo el poder hubiese sido traspasado a una representación popular de ultra derecha. Para evitar esa posibilidad, se generaron espacios de movilización y participación sectorial y territorial que evitaban que la elección fuese tan solo una contienda entre partidos políticos (todo un acierto), además de poner en valor los enormes logros de esta revolución, criminalmente ocultados por la mediática internacional y local. Tuvimos la ayuda inestimable de la torpeza opositora. A pesar de su supuesta mayoría, decidieron no participar, como en las parlamentarias de 2005, apostando a la deslegitimación del proceso por inasistencia de los votantes. Y, como en 2005, se equivocaron.

Siguieron promoviendo  la violencia, incluyendo la amenaza directa contra quienes quisieran ir a votar, pero solo lo consiguieron en sus urbanizaciones opulentas, auto-encerrándose con sus barricadas y promoviendo que los guarimberos (contratados o no, delincuentes violentos al fin de cuentas) empezaran a atracarlos y a destruir sus propios bienes. El rechazo generalizado a estos acontecimientos hizo que su base social activista se retrajera y que incluso parte de ella votara para la ANC. Se hicieron un auténtico harakiri político.

Querían quebrar sicológicamente al chavismo y como resultado lo unieron y movilizaron; querían mostrarse tan fuertes a través de la violencia que el Gobierno solo podría optar por entregarse, y lograron su propia división y desmovilización.
Derrotados sus ejércitos locales, se mueve nuevamente al frente internacional, esta vez a través del jefe superior y sin intermediarios: Trump amenaza con intervención militar. Una muestra más de su derrota y desespero.

Sumemos la conformación de un débil y ya fracturado frente de 12 países de la OEA (una ‘inmensa minoría’ de sus 34 miembros) que siguen intentando hacer fuerza contra Venezuela, aunque hayan fracasado siempre en el seno del organismo. Su coalición es una descarada orden del imperio ya develada, no supuesta.

El escenario se completa con paramilitares infiltrados desde Colombia que no se han ido del país; también las bandas delincuenciales mercenarias utilizadas como bloque de choque por la derecha han quedado activas, ahora accionando a su buen saber y entender, bien apertrechadas con drogas, armas, dinero e impunidad. Y el cerco económico está igualmente activo. Aparte de la amenaza militar directa o indirecta, no es descartable la implantación de un bloqueo internacional abierto,  en los hechos ya existe uno encubierto, en el plano financiero.

Como se habrán dado cuenta, celebramos pero seguimos en alerta máxima. Nadie nos puede impedir que nos defendamos con nuestra mejor arma: el poder popular expresado hoy día como una plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente

P. Hablamos de resultados históricos, más de 8 millones de votos, ¿qué valoración hace de los mismos?

A diferencia de lo que los medios internacionales propagan un día sí y otro también, lo que hemos visto en estas semanas en Venezuela es la demostración del éxito rotundo del modelo de sociedad que propugna el socialismo bolivariano. No se trata de que no existan problemas en Venezuela, los hay y gravísimos, además de las amenazas de nuevos conflictos y confrontaciones que hemos señalado antes; pero justo por ello, es la demostración del éxito del modelo porque la movilización histórica conseguida el 30J la hizo la gran mayoría de un pueblo que sufre esos problemas, en una prueba de respaldo al camino que seguimos aunque haya dolor de por medio; porque se desea la consolidación de lo logrado, no su supresión; porque se apuesta a la superación de las fallas prosiguiendo la misma ruta; porque se procura, a pesar de todas las imperfecciones, la irreversibilidad del proceso iniciado por y con Chávez.

Venezuela, el pueblo venezolano, en su inmensa mayoría quiere paz, quiere equidad, quiere igualdad de oportunidades y de condiciones para todos, quiere la superación del rentismo petrolero, inmensamente quiere patria libre y soberana… ese es su proyecto de vida en común. Por eso somos una amenaza inusual y extraordinaria para el neoliberalismo y el imperialismo.

P. Establecida la ANC ya se tomaron las primeras medidas como la destitución de la Fiscal Luisa Ortega y el nombramiento de Tarek William Saab como nuevo Fiscal. ¿Qué otras medidas se esperan en los próximos días? Y, sobre, todo, ¿qué cambios estratégicos se presentan como determinantes?

Mi más profunda esperanza es que no se decepcione al pueblo negociando tras bambalinas unos falsos equilibrios de convivencia con la derecha fascista, creyendo ingenuamente que dejarán alguna vez de ser violentos, que ya no odiarán más al pueblo y que seguirán caminos democráticos y constitucionales. Sería difícil que una agenda oculta en ese sentido, si existiese, pueda torcer el brazo a esta ANC, dada su extraordinaria composición popular. Primero desaparecería la dirigencia política del chavismo que rindiera así las banderas. Pero no puedo dejar de decirlo porque en el seno del bolivarianismo siguen conviviendo varias almas y una de ellas apunta hacia ese nefasto camino. Confío en su derrota.

Estratégicamente, la ANC debe hacer realidad el deseo máximo de la consecución definitiva de la paz, pero ello debe alcanzarse sin impunidad, con total justicia, lo que amerita una reestructuración profunda del sistema judicial y legal; con construcción de más y mejor poder popular, lo que requiere una nueva arquitectura del Estado; con medidas económicas que sean propias del socialismo, por tanto con más organización popular en torno a los procesos productivos, con fuertes controles del Estado a los productores  y comerciantes privados que violenten las leyes, y con creciente poder de la sociedad como un todo para limitar, controlar y corregir las fallas de Gobierno, incluyendo la corrupción y el burocratismo; se deben constitucionalizar los derechos sociales más preciados para hacerlos democráticamente irreversibles: el otorgamiento de pensiones automáticas a edades determinadas, o ingresos asegurados a grupos sociales con necesidades específicas como las amas de casa, personas con discapacidad, etc.; la vivienda, educación y salud gratuitas, y mucho más de lo ya alcanzado, todos ellos logros imposibles de hacer realidad en el capitalismo, más por falta de deseo de los poderosos que por incapacidad material. Además, debe blindarse el carácter soberano del país en todos los aspectos, incluyendo la condición antiimperialista de nuestras FANB…

Acompañando todo esto deben abrirse las compuertas de una cultura hacia la producción y el buen hacer que debe ser promovida e incentivada en todos los niveles, única manera de desatar el nudo gordiano del rentismo petrolero.

En lo inmediato se espera la convivencia con los poderes constituidos, pero quedando  subordinados éstos a la ANC. La AN burguesa parece querer seguir el enfrentamiento institucional, pero su debilitamiento es extremo y ya se puede considerar extinguida, aunque no se decrete así por razones tácticas. También es un hecho que se adelantarán las elecciones de gobernadores de diciembre a octubre, en respuesta a la amenaza militar directa hecha por Trump, a la que se derrotará con más democracia, más votos y más respaldo político popular al Gobierno soberano.

En resumen, estamos en una etapa en que en Venezuela, simultáneamente, el bolivarianismo se plantea seguir derrotando al imperialismo monroísta, al tiempo que con más socialismo se procurará hacer retroceder definitivamente el neoliberalismo. No es poco para un país supuestamente en ruinas.

Gracias, profesor

Roete Rojo

Plataforma “Simón Bolívar” de Granada

viernes, 19 de mayo de 2017

EL IMPERIALISMO BUSCA LA JUSTIFICACIÓN PARA UNA INTERVENCIÓN MILITAR EN VENEZELA


(Entrevista a Jesús Peña Cedillo, profesor de la Universidad “Simón Bolívar” de Venezuela, realizada para El Otro País de Este Mundo).

Habíamos pensado realizar una entrevista sobre los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), como estructuras de Poder Popular que están cumpliendo un papel determinante para combatir la guerra económica contra el pueblo. Pero la coyuntura apremia, saltando la arremetida de la Organización de Estados Americanos (OEA) contra la República Bolivariana de Venezuela y el proyecto queda aparcado. Es obligado explicar el formato de la fase golpista que se está viviendo. Los medios no sólo intoxican con sus mentiras, también desalientan a las personas que han seguido desde el compromiso internacionalista, o la mera simpatía, a la Revolución Bolivariana.

P. - ¿Estamos ante una nueva tentativa de golpe de Estado?
R.- La oposición en Venezuela jamás ha tenido otra alternativa distinta al golpe de Estado. En medio de la terrible guerra económica contra el pueblo (desabastecimiento, sobreprecios, inflación provocada, cerco financiero, etc.), la OEA se convierte en la espita para el más reciente episodio del plan golpista: resolución de una organización internacional, inicio de focos de violencia apoyada por sicarios, medios de comunicación que diseñan una ficticia “crisis humanitaria”, provocación de una confrontación interna, muertes, etc., todo ello para finalmente justificar una intervención militar desde el exterior (Colombia, Brasil, Guyana y/o el comando sur de los Estados Unidos). Su única variante es favorecer la aparición de un Pinochet local. Contemplan todos esos eventos y escenarios aunque algunos parezcan (y en efecto sean) aberrantes.

P.- Parece que la OEA no ha tenido muchos escrúpulos para quitarse la careta.
R.- La OEA no ha sido nunca un actor político autónomo en la región; por algo ha sido definida como el “Ministerio de Colonias de los Estados Unidos”. Enemiga de Cuba, de Venezuela y de cualquier país que intente defender su soberanía. La actitud injerencista viene de lejos, pero en las últimas semanas hemos asistido a su versión más radicalizada, intentado que su Asamblea General votara la aplicación a Venezuela de la “Carta Democrática”, alegando que en el país se había provocado una “ruptura institucional”. En una primera arremetida no consiguieron los 23 votos necesarios (sólo contaron con 17, algunos de ellos vacilantes). En otro intento, y violando de nuevo su propia institucionalidad, convocaron para el 3 de abril el Consejo Permanente para forzar dicha resolución. A pesar de que tanto Bolivia, que ejercía la Presidencia pro tempore, como su suplente Haití que ejercía la Secretaría, suspendieron la reunión por no ajustarse a los estatutos; el conjunto de países de la derecha anti-bolivariana pasaron por encima de esos dos países y realizaron una reunión ilegal presidida por Honduras, donde tampoco alcanzaron los votos necesarios para condenar ‘legalmente’ a Venezuela. Ni siquiera fueron capaces de emitir un comunicado conjunto.
Aun así, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, ha seguido pretendiendo que la condena se ha producido, en un hecho que no tienen precedentes ni por el descaro de las falsedades acumuladas ni por la inmundicia que arrastran con su comportamiento de saltarse su propia legalidad. Cuando expulsaron a Cuba fueron más sinceros y formales, aunque igual de cobardes.
Estas acciones se enmarcan en la estrategia de oxigenar a una oposición venezolana muy debilitada y con poca credibilidad en lo interno, como lo demostró su fracaso general en todos sus intentos por derrocar el gobierno constitucional durante el 2016 y el escaso poder de convocatoria a las calles durante los últimos seis meses (más allá de la ficción que generan los medios o las acciones terroristas que promueven). Han trasladado toda su artillería al ámbito internacional, el más duro para nosotros, preparando nuevos escenarios de mayor violencia. Para nosotros es fundamental mantener la paz interna en niveles aceptables, sin desesperar ni caer en provocaciones.
En todo este proceso muchos países se han visto presionados por EEUU descaradamente (en particular Haití, El Salvador y República Dominicana, los cuales han sabido mantener su dignidad), en tanto en otros se han generado fricciones entre sectores internos. El Presidente de México tuvo que afirmar que su canciller había hablado a título personal; en Uruguay, el Vicepresidente del país, aunque ataca al Presidente Maduro por develar que se coordinan con los Estados Unidos en materia militar, manifestaba días después no compartir la actitud de su paisano Luis Almagro, a pesar de lo cual, México y Uruguay continúan votando contra Venezuela. Se destacan con claridad las contradicciones de la “izquierda de rostro amable”, que siempre termina asestando una puñalada por la espalda a los más decididos a impulsar los cambios parcialmente compartidos. Para mí ha sido muy decepcionante la postura asumida por Uruguay.
A pesar de la dureza de la arremetida imperial y de sus malinches (quienes se ponen de lado de los extranjeros), hasta ahora hemos sobrevivido a ella gracias a la grandeza estratégica de Chávez, quien diseñó varios “escudos protectores” para Venezuela, entre ellos PETROCARIBE y el ALBA, reforzando la resistencia colectiva ante el imperialismo y sus lacayos. 

P.- Al margen de la canallesca intención de la OEA, ¿se ha asistido dentro de Venezuela a un conflicto entre poderes públicos?, ¿se ha roto el hilo constitucional?
R.- En absoluto se ha producido tal ruptura. Comencemos por explicar que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela contempla la existencia de 5 poderes: el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial, el Moral y el Electoral; es normal que desde fuera cueste trabajo entender su complejidad. Nuestra Constitución es, además, la expresión jurídica de un sistema presidencialista.
Lo vivido en los últimos años, con una Asamblea Nacional en desacato al incumplir sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), resulta el hecho más significativo. El resto de Poderes sigue funcionando de forma autónoma y es normal que puedan existir diferencias entre ellos. En particular, ante la omisión legislativa (por el desacato) y según nuestra Constitución, el TSJ ha venido cumpliendo funciones legislativas puntuales para permitir la gobernabilidad y la prevalencia de la constitucionalidad.
Lo que se pone en funcionamiento con las palabras irresponsables de la fiscal Luisa Ortega (una parte del Poder Moral, junto con el Defensor del Pueblo y la Contraloría de la Nación), no es un ‘enfrentamiento entre poderes’, sino la parte más violenta del plan desestabilizador opositor. A mi juicio, al declarar la Sra. Fiscal que ha habido una ruptura constitucional por parte del TSJ, actuó de mala fe. Eran de conocimiento público las circunstancias por las cuales el TSJ estaba asumiendo –desde hace meses- tareas legislativas. Pudo haber escogido, incluso antes de las decisiones que ‘provocaron’ su pronunciamiento, acciones tales como la consulta entre poderes, la petición de aclaratorias, la reunión en pleno del Poder Moral, etc., antes de hacer públicas tamañas declaraciones. Prefirió ir, en primerísima instancia y sin argumentos de fondo, a los medios de comunicación; no pudiendo alegar desconocimiento de cómo sería tratada la noticia. Su actitud permitió a la OEA y a los medios internacionales, en su campaña permanente contra Venezuela, propagar por enésima vez que se había roto el hilo constitucional, incluso hablar de un “autogolpe” del Presidente Maduro, pero esta vez con el aporte argumental de la fiscalía.
Sorprendió todavía más la situación por lo prudente que ha resultado ser la fiscal en el pasado, cuando no ha emitido ningún pronunciamiento ante las violaciones constitucionales graves cometidas por la Asamblea Nacional, como la de “desconocer al Presidente de la República”, el declararlo ‘ausente de su cargo’ o al inhabilitarlo “por no ser venezolano” (su madre es colombiana); pronunciamientos legislativos no solo falsos sino producidos en áreas donde la AN no tiene atribuciones plenas, independientes de los otros poderes (sin mencionar lo grotesco de asuntos mencionados).
Se ha dicho que ante la presión de los acontecimientos el TSJ tuvo que echar marcha atrás, lo cual no es estrictamente cierto, aun cuando haya suprimido parte de esas sentencias. Cambió lo referido a la inmunidad parlamentaria sin modificar el fondo, en el sentido de que ya no se afirma que los parlamentarios la hayan perdido, pero se reitera en que si violan la ley, tal inmunidad no los ampara (que era y es la situación preexistente, ya que han violado la ley y se encuentran en desacato). Y en cuanto a asumir las funciones de la Asamblea Nacional, sigue vigente (porque está en la Constitución) que puede asumir tales funciones, aunque sólo “punto por punto”, cuando la omisión parlamentaria obligue (de facto es la misma situación existente antes y después de las sentencias). Lo que sí es cierto es que el TSJ actuó con poco tacto político (por no decir torpeza), pensando que era el momento de blindar inminentes decisiones económicas que requieren aprobación legislativa.
La fiscal ha evitado pronunciarse de nuevo sobre el tema, pero es evidente que es la heroína de la oposición y no podemos descartar que pueda volver a hacer daño en el futuro. No ha sido poca cosa que brindara a los enemigos de la patria la posibilidad de agitar otra vez las calles y propiciar una intervención militar. La violencia que se ha desencadenado se la debemos en buena parte a ella porque la oposición estaba en coma y sin ningún oxígeno para actuar. En cualquier caso, la diferencia entre los poderes ha ido quedando atrás, pero sigue vivo el argumento del autogolpe como justificación de la violencia opositora.

P.- Las movilizaciones no han dejado de producirse, ¿cómo situarías el grado de organización?
R.-   Ambos lados del espectro político han visto reactivadas las movilizaciones de calle. Nuestras marchas siguen siendo muy numerosas, aunque debe reconocerse que no tienen el volumen de las de la primera década de este siglo. Las de ellos, siendo las mayores de los últimos meses, siguen calificando como escuálidas. Estamos hablando de este tema el día 9 de abril, se espera contrastar concentraciones de envergadura el 19 de abril. Las movilizaciones populares están siendo constantes en Caracas, te aseguro que esto es un sinvivir (risas). Se realizan prácticamente todos los días con el fin último de evitar movilizaciones opositoras hacia el centro de la ciudad, donde están los poderes públicos. La oposición también se mantiene en las calles, pero su estrategia es siempre provocar disturbios. Nada tienen que ver sus acciones, en volumen, con sus mejores momentos en 2002 y ni siquiera con las guarimbas (acciones violentas callejeras) de 2014. Hay violencia muy localizada, nada más. De momento no se ha producido ningún enfrentamiento directo serio entre marchas de distinto signo ideológico; sólo ellos contra la Guardia Nacional. Por nuestra parte, y vivido lo vivido en 2002, espero que lo que se verbaliza en tribunas y programas sea verdad: que nos estamos organizando para todos los escenarios posibles. Ahora se habla de ello de manera explícita.
No se trata de desviarnos de nuestra agenda de construcción de respuestas al país ante la grave situación económica, que ha mejorado muchísimo en términos de abastecimiento y presencia de productos, no así de medicinas, ni en los precios, los cuales siguen por las nubes. De allí que los CLAP, ahora más politizados y reconvertidos en un medio de organización popular, sigan como punta de lanza en la lucha económica, junto al intento de relanzar las Misiones.
Es un trabajo muy duro pero pretendemos que no sea tan sólo una vanguardia gubernamental la que se organice y exprese.

P.- Muchas gracias, profesor Peña.

Roete Rojo


HAY QUE ESTAR PREPARADOS Y ORGANIZADOS PARA CUALQUIER ESCENARIO
(Actualidad Venezuela, 24 de abril)

Desde el día 9 de abril, en que se realizó la entrevista titulada “El imperialismo busca la justificación para una intervención militar en Venezuela“, los acontecimientos se precipitaron,  haciendo necesario abordar nuevos datos y valoraciones.

Lo que está ocurriendo: actos terroristas en las calles de Caracas y otras ciudades del país, acoso mediático nacional e internacional contra la Revolución Bolivariana y  grandes movilizaciones populares en contra del golpismo; todos hechos que nos recuerdan los momentos vividos en el año 2002, cuando el golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez. Los eventos de este abril se precipitan gracias a que la derecha recibió un gran balón de oxígeno proveniente de la Organización de Estados Americanos y por las declaraciones de la fiscal Luisa Ortega contra el Tribunal Supremo de Justicia venezolano, renaciendo entre los opositores su creencia-esperanza de que están a punto de alcanzar el poder como en aquella oportunidad del 2002. Pero las diferencias son notables y existe el convencimiento de que se podrá parar esta nueva versión del golpe. Destaquemos esas diferencias.

1.- Las manifestaciones opositoras han crecido por la citada emoción renovada, pero no alcanzan las magnitudes del pasado. Hay que estar alertas ante lo que dicen los medios ya que abundan las fotos trucadas, tanto en lo referido a la cantidad de personas, como a los lugares de las manifestaciones; también se miente con descaro sobre la “represión salvaje” ejercida por los cuerpos de Seguridad del Estado, cuando en la práctica la inmensa mayoría de las muertes que se han producido se deben a la acción violenta de los ‘manifestantes pacíficos’ opositores. El control y liderazgo que tienen los políticos de la derecha sobre estas manifestaciones y acciones violentas es precario, tanto por sus fracasos previos, como por sustentarse en pagos al hampa para que les funcione como fuerza de choque. La llamada “Mesa de la Unidad Democrática” quedó descabezada desde que sacaron a su último coordinador hace dos meses, después del fracaso de todas las intentonas golpistas de 2016. Por eso en el sector opositor cada cual anda por su lado, intentando aparentar ser el ‘más duro’, tratando de copar ese liderazgo (y el financiamiento en dólares que le asignan desde el exterior). Sus estrategias y acciones tienden a ser desesperadas y están marcadas por un análisis ajeno a la realidad, lo cual no las hace menos peligrosas, como los hechos diariamente nos están demostrando. La MUD está desprestigiada y su masa de apoyo desconfía de sus liderazgos; pero dicha masa está más radicalizada y frustrada que nunca, y los consideran incluso cobardes y traidores.

Adicionalmente debe tomarse en cuenta que la oposición venezolana ya no tiene ningún control sobre PDVSA, ni sobre la Fuerza Armada, ni sobre la policía de Caracas, ni puede sabotear ninguna gran infraestructura (al menos sin ayuda internacional), tal como sí ocurría en el año 2002.

2.- A las manifestaciones violentas no se les está permitiendo entrar al municipio Libertador (sede de los poderes públicos en Caracas), como si sucedió en 2002. Ello se hace tanto para evitar las confrontaciones entre marchas, como para anular la acción de los francotiradores en nuestras zonas emblemáticas (como aquellos que provocaron la tantas veces manipulada matanza de Puente Llaguno aquel trágico 11 de abril). Se procura no proporcionar excusa alguna basada en supuestas masacres por nuestra parte. Aunado a lo anterior, la oposición ya no cuenta con los medios de comunicación nacionales (ni con CNN) actuando con la impunidad de aquella época, aunque la tristemente célebre televisora Globovisión – ahora de la mano de Vladimir Villegas…quién lo diría-, y la mayoría de las televisoras privadas quieran asomar la patita. La prensa escrita y radial –también ampliamente controlada por la oposición- sí se ha puesto rabiosa de nuevo. Y los medios internacionales no se cansan de mentir de la manera más descarada. Éste sigue siendo nuestro flanco más débil.

3.- La Fuerza Armada no es la misma de aquellos años. Los jóvenes Tenientes-Coroneles que pararon el golpe de 2002, son los Mayores-Generales de hoy, y la juventud militar está más ideologizada, lo que es decir bastante. Eso no significa que no haya traidores dentro de las Fuerzas Armadas, pero les sería complicado dar un golpe sin respuesta inmediata interna. Los militares chavistas saben que lo que vendría después sería Yakarta.

4.- El chavismo se ha reactivado gracias al trabajo del último año, su moral está muy alta y el tema de la injerencia externa ha movilizado incluso a sectores descontentos con el Gobierno (mas no a la ultraizquierda, que sigue en lo mismo, bailando pegado con la derecha). Fue un error opositor que EE.UU. llamara a manifestarse un 19 de abril. ¡Hacía tiempo que no llenábamos así la Avenida Bolívar!

Los sondeos indican que más del 80% de la población rechaza la violencia, más del 70% desea el diálogo político y el PSUV sigue siendo el principal partido del país, con un apoyo sorprendentemente alto del 35%, para el aguacero que estamos padeciendo desde hace tres años. Entre tanto, el mejor partido opositor apenas alcanza el 7%, y juntos apenas llegan al 29%; declarándose “ni-ni” un 36% de la población. Pero no se pueden lanzar las campanas al aire, porque el odio opositor es de tal calibre que siempre acabarán votando en su totalidad aunque su candidato fuese un trapo sucio, como ocurrió con Macri en Argentina y con Lasso en Ecuador; entre tanto, el abstencionismo sigue siendo demasiado alto entre los simpatizantes del chavismo.

5.- Una variante importante en todo este escenario es que la derecha está pagando con su abundancia de dólares a “paracos” colombianos infiltrados en el país y a delincuencia común para que ataquen zonas populares, intentando prender una explosión social que se venda como levantamiento popular antichavista. El intento de quemar un Hospital Materno-Infantil, en El Valle,  y los saqueos en paralelo en esa misma zona popular, fueron actos desarrollados por encargo por el hampa común, muchos de ellos actuando bajo el efecto de las drogas. No hubo víctimas entre los agredidos (doctores, niños, mujeres embarazadas), pero sin embargo hubo diez fallecidos entre los saqueadores, electrocutados por su propio accionar mientras robaban varios comercios (los medios internacionales no han tardado en decir que fue por la represión gubernamental).

Cabe recordar que cuando Capriles llamó a descargar la “arrechera” luego de perder las elecciones en 2013 y durante las guarimbas de 2014, también los opositores se dedicaron a atacar símbolos del chavismo, como los nuevos conjuntos residenciales populares, centros de salud, escuelas y misiones. Pero en aquel momento lo hacían opositores de clase media contra obras realizadas cerca de sus espacios. Las actuales acciones violentas se están tratando de proyectar hacia zonas netamente populares, para hacer creer que hay  condiciones para otro “Caracazo”, como en 1989, pero al no tener suficiente gente en los barrios apelan de manera irresponsable al hampa, dándoles armas, drogas, dinero y promesas de impunidad.

Hasta ahora sólo en dos casos de muertes han estado involucrados policías (todos ya detenidos); en mi zona de residencia un joven Guardia Nacional fue asesinado por un francotirador. La mayor parte de los muertos han seguido el mismo patrón: durante sus marchas ejecutan a manifestantes (aunque sean propios) o a transeúntes o a funcionarios del orden, bien sea utilizando francotiradores o disparándoles de cerca por sicarios, la prensa hace lo demás.

6.- Lo que sí es idéntico o peor a lo del 2002 es el acoso psicológico al que estamos sometidos todos los venezolanos, por los abrumadores anuncios diarios acerca de las manifestaciones que desde la derecha tienen programadas. Nadie se puede imaginar cómo vivimos el día a día. En ningún país europeo ese accionar sería permitido. Aun controlando la actitud criminal que en 2002 tuvo Globovisión, nos machacan y machacan el cerebro segundo a segundo, a la espera de un nuevo anuncio violento. A pesar de esta sensación angustiosa, creemos realmente que la derrota del golpismo está a la vista si logramos controlar los focos terroristas, que siguen siendo pocos: de 300 municipios que tiene el país ha habido violencia sólo en unos 20 y graves en apenas 5. Pero es claro que su estrategia es mantener la tensión (real o ficticia) todo lo que puedan, hasta que surja un Pinochet o se animen a intervenir desde el extranjero o se dé un evento catastrófico manipulable. Todas esas cosas son todavía posibles, aunque se ven cada vez más improbables dado lo limitado (hasta ahora) del movimiento opositor y la gran movilización del chavismo. Si bien el control directo de los violentos hasta ahora solo ha recaído en la Guardia Nacional, es indispensable mantener la movilización continuada, aunque nos agote, de las organizaciones populares.

La victoria del pueblo venezolano frente al golpismo y el intervencionismo está a la vista, pero el daño en vidas, material, psicológico e internacional que se ha ocasionado al país es enorme. Llegará el momento en que deberá cobrarse la victoria, y no debería ser repitiendo lo del crucifijo de Chávez en 2002.

Actualidad 1 de mayo: Con Caracas desbordada de pueblo, la Avenida Bolívar se quedó pequeña para albergar a las multitudes que a ella querían acceder (2 kilómetros), para incorporarse a la marcha del 1 de Mayo. Desde la Tribuna, el Presidente Maduro anunció la convocatoria de Asamblea Nacional Constituyente, el mayor ámbito de debate y participación del pueblo, amparada en los artículos 347, 348 y 349 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999. La Comisión Presidencial encargada de su convocatoria estará dirigida por Elías Jaua.

Jesús Peña Cedillo

martes, 28 de febrero de 2017

DOS ROSTROS DE LA MASONERÍA REPUBLICANA EN GRANADA: Wenceslao Guerrero Carmona y Diego Morente Quesada

A iniciativa del Seminario “Otro Pensamiento Es Posible” de la Universidad de Granada tuvo lugar, el pasado 14 de diciembre, la presentación de la Masonería, tras 80 años de silencio. En este marco, nietas de masones granadinos tomaron la palabra para reivindicar la figura de sus abuelos.

Dedicándoles la intervención con estas palabras: “A nuestros queridísimos abuelos, a los que el fascismo no nos dejó conocer pero a los que siempre respetamos y amamos”.

De manera muy escueta diremos que, en los años de la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), muchos dirigentes del PSOE, así como “librepensadores” e intelectuales republicanos, se afiliaron a la Masonería para poder sortear la falta de libertades y por encontrar en ella un lugar donde exponer su ideario. Pudo ser el caso de nuestros abuelos.

Al iniciarse la Guerra de España, provocada por el “Alzamiento Nacional” de una parte del Ejército español contra el legítimo gobierno de la II República Española, se desarrolló una terrible represión desde el primer día contra todos ellos en las zonas donde el golpe de Estado triunfó, como fue el caso de Granada. La represión contra los masones granadinos como tales, y no como cualificados políticos republicanos, comenzó en Granada el día 5 de agosto de 1936, al ser registradas las sedes de los Logias granadinas (situadas en “El Hotel del Reuma”) y ser encontrados archivos y documentos.

Desde el primer momento se legisló contra la Masonería: el Decreto del 15 de septiembre de 1936 la declaraba ilegal; fueron afectados también por la Ley de Responsabilidades Políticas, del 9 de febrero de 1939 y por la más específica Ley sobre la Represión de la Masonería y el Comunismo de marzo de 1940, y la constitución de un Tribunal Especial, que los acusaba de “la decadencia de España” y establecía la confiscación de sus bienes y la penalización con carácter retroactivo a sus miembros; los masones, además de las penas de prisión o incautación de bienes eran separados de por vida de cualquier trabajo o cargo público; el Tribunal estuvo vigente hasta febrero de 1964, siendo sustituido por el Tribunal de Orden Público (TOP) y, con posterioridad, por la actual Audiencia Nacional.

Juntando las palabras “Masonería” y “Comunismo” dejaban clara su intención de exterminar a la intelectualidad republicana y al movimiento obrero en todas sus expresiones; como la realidad demostró, ambos calificativos estaban en muchos casos relacionados. Wenceslao Guerrero Carmona era un reconocido dirigente del PSOE y la UGT y Diego Morente Quesada, vicesecretario del Sindicato de Ingenieros.

El drama sufrido por la sociedad española se convirtió en obligado silencio. En una minoría de hogares, sin embargo, los supervivientes tuvieron a bien explicar a sus descendientes la verdad de lo ocurrido, reivindicando la figura de los represaliados. Entre esas familias se encontraron las nuestras.

Hay que meterse en la mente y el corazón de aquellas niñas, nietas de masones, que estaban convencidas de que la lucha de sus abuelos había sido por la dignidad, la justicia social y la democracia, pero que tenían que sobrevivir en un ambiente y en unas instituciones educativas, en medio de una propaganda fascista atroz que deformaba hasta lo inaudito la historia de los masones, presentándolos como seres sin moral, asesinos violentos, “que sacaban las entrañas a los niños”, o que “clavaban las hostias consagradas en las paredes hasta hacerlas sangrar”…

Una infancia difícil la que nos tocó vivir, sintiéndonos dentro de un ghetto y llevando una “doble vida”.

La “Transacción Política” tampoco supuso un alivio; si bien los partidos y organizaciones sindicales legalizadas algo hicieron por recuperar parte de la memoria, para el caso de la Masonería continuó el silencio como abono que seguía cultivando la leyenda negra.

Durante todos estos años hemos hecho un esfuerzo por recuperar la historia de nuestros abuelos masones, visitando archivos, buscando testimonios en la prensa granadina, contextualizando fotografías y documentos. Desde nuestra modestia de medios hemos hecho de esa recuperación de la memoria nuestra Causa General Sobre la Verdad de la Masonería y el Comunismo.

Nuestra CAUSA no tiene una fecha de finalización y sigue abierta a toda la ciudadanía que en algún momento deberá entender que en este país se derrotó a sangre y fuego la única experiencia legítima, modernizadora y democratizadora que hubiese aliviado nuestro futuro; y que la derrota violenta de dicha experiencia explica nuestro hoy que sigue regido por las mismas clases oligárquicas, reaccionarias, xenófobas y antipopulares de antaño, con sus mismos poderes fácticos: la Monarquía, la Iglesia y el Ejército.

Ángeles Morente Muñoz

WENCESLAO GUERRERO CARMONA


WENCESLAO GUERRERO CARMONA


(Granada 1883- Penal del Dueso de Santoña, Cantabria, en 1941).

Mi abuelo fue socialista, sindicalista, masón, republicano, autodidacta, progresista y defensor de la igualdad de la mujer.

Hay documentación de su labor sindical como conocido líder de UGT desde 1911; fue presidente de la Unión Ferroviaria de Granada y directivo de la agrupación centro de la Casa del Pueblo; obrero ferroviario hasta 1924, en que es nombrado inspector del Instituto Nacional de Previsión.

Afiliado al PSOE, acude como delegado granadino al XI Congreso, celebrado en Madrid, en 1918; es el primer Congreso al que acuden delegados de Granada.

Fue elegido concejal, en las listas del PSOE, en las municipales de 1931, permaneciendo en su cargo en el ayuntamiento de Granada todo el período republicano.

Existe documentación que acredita su pertenencia a la Masonería como miembro activo; así lo certifica su expediente compuesto por 49 folios del “Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo”, en donde consta haber sido exaltado al grado 2º en la Logia Alhambra de Granada en febrero de 1927.

Será consecuente con sus ideas hasta su muerte en el Penal del Dueso de Santoña, Cantabria, en noviembre de 1941.

Hasta aquí, con mucha brevedad, lo que fue su vida pública documentada. Fue también un buen padre y buen compañero, por eso esta historia la escribo desde las vivencias de la nieta de un republicano muerto en la cárcel y de una familia perseguida y machacada, una niña de la posguerra que se crió con el abuelo Wenceslao, a pesar de que hacía muchos años que había muerto; de cómo esta niña nacida en una familia republicana convencida, represaliada cruelmente, en una época en la que era muy peligroso siquiera pensar contra el régimen, en la que se habla muy bajito de determinadas cosas, la niña la vive sin dramatismos y con total naturalidad, eso sí, pensando que su familia es diferente y a su manera de ver mucho mejor que otras que conoce.

A mi familia, que era muy conocida en Granada, la visitaron en los primeros días del golpe de Estado, buscando al abuelo que estaba de viaje y pudo ser avisado para que no regresara a Granada porque lo matarían, como hicieron con otros miembros de la corporación municipal que detuvieron; al no encontrarlo, en septiembre apresaron a su único hijo varón, “el niño”, el mayor (después habían llegado cinco niñas), fusilándolo en las tapias del cementerio de Granada, el 11 de septiembre porque el 12 era el día de la abuela María, eso les dijeron, para que no olvidaran.

Yo conocí a una abuela fuerte, con carácter, toda la familia la respetaba; que con naturalidad nos hablaba del traje que le hizo al niño para examinarse de ingreso, de la huida de las seis mujeres a la zona roja en octubre del 36, del miedo que pasaron y de cómo las recibieron con banderas rojas y tricolor, de las fiestas que hacía el abuelo en la casa y a las que invitaba a lo más granado de los socialistas granadinos, de que era masón, de que leía mucho, de que era un adelantado para su tiempo, de su decisión de que las niñas tenían que estudiar igual que el niño, sin diferencias.

La abuela se empeñó en que nunca se olvidara su historia, no se rindió en ningún momento, ni sus hijas tampoco. Pagaron un precio muy alto por defender sus ideas, un marido, un hijo, un yerno asesinados, sus bienes incautados; por eso se propusieron que los nietos teníamos que conocer la historia de la familia, eso sí, siempre insistían en que lo que se contaba en la casa no podía salir de ninguna de las maneras fuera de ella.

Nos trasmitieron su historia de manera viva, eran personajes que nos parecían reales; sólo durante el mes de septiembre la abuela se encerraba, y sabíamos desde niñas que no debíamos hacer ruido, hablábamos bajito y no molestábamos, nadie nos tenía que decir nada, simplemente lo sabíamos.

Lo cierto es que desde siempre nos supimos diferentes, distintas. Veíamos a mi madre por las noches pegada a una radio que escuchaba muy bajito, de lo que tampoco se podía hablar, o que nos recitaba la poesía que ella dijo de niña para el primero de mayo, que tampoco podíamos repetir fuera.

Mi infancia fue muy feliz a pesar de todas las dificultades, o de “la doble vida” que llevábamos; las Guerrero nos enseñaron siempre a ser fuertes, a defender nuestras ideas, a ser tolerantes y a ser luchadoras, y nos dieron su ejemplo en vivo y en directo. Y si siempre hablo en femenino es porque éramos mayoría las mujeres.

Trinidad Ayuso Guerrero

DIEGO MORENTE QUESADA

DIEGO MORENTE QUESADA


(Málaga-1886, Granada-1951)

Sabemos que nació en Málaga, el 2 de Junio de 1886. Y que trabajó desde muy joven en la Compañía de Ferrocarriles “Andaluces”, una Compañía Inglesa; sus principales destinos fueron en las provincias de Málaga, Granada, Cádiz y Córdoba.

Autodidacta, obtuvo el Título de “Ingeniero de Ferrocarriles”, a distancia, a través de una Universidad Norteamericana. Es de suponer que llegó a saber inglés.

No sabemos en qué año llegó a Granada como Ingeniero-Jefe del Depósito (Máquinas) de la Estación de Andaluces. Entre los años 1926 a 1930; ya casado con Ángeles Roldán y con sus dos hijos mayores, Juan y Diego; residiendo en la propia Estación, en la vivienda dedicada al Ingeniero Jefe del Depósito. En Granada nacerían otros dos hijos: Luis y Pepe.

Se afilia a la Masonería, en la Logia “Alhambra” en 1932, con el nombre de “Vulcano” (Dios del fuego y los volcanes, en la mitología romana). Es un miembro activo, “no durmiente”, y obtiene el Grado II en 1934. Suponemos que su contacto con la masonería se inicia durante su estancia en Algeciras, donde la Masonería estaba muy desarrollada.

En julio de 1932 participa en la creación del Sindicato de Ingenieros y Técnicos de Granada, siendo nombrado Vicesecretario. La noticia aparece en El Defensor de Granada.

Como muchos padres “liberales” de la época no llevará a sus hijos a un colegio religioso, que era lo normal cuando se tenían "posibles". Igual que Federico García Rodríguez, padre de Federico y Francisco García Lorca.

Es detenido en la Estación de Andaluces el 5 de agosto de 1936 y conducido a la “Comisaría de Vigilancia”(Calle Duquesa, 14), donde es retenido junto a otros masones; allí permanecen los mayores de 40 años (él tenía 50 años) hasta finales de octubre, siendo castigados a trabajos forzados, construyendo la carretera de Santa Fe.

Por orden del Gobernador Civil es sacado de la Comisaría de Vigilancia (en libertad condicional y militarizado) para que vuelva a su puesto de Jefe de Depósito, ya que la Estación no funcionaba sin su presencia. No sabemos en qué momento fue apartado de su puesto de trabajo y expulsado de la vivienda. Es de suponer que cuando pudo ser sustituido.

En el Archivo de Salamanca existe un sumario que lleva su nombre, del Tribunal Especial, que abarca de 1942 al 1946, sin que se sepa la resolución del mismo.

Al menos en dos ocasiones su domicilio es visitado por la Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas (Comisión Saqueadora, habría que decir), comprobándose que no tiene nada que incautar pues sólo posee el mobiliario imprescindible para sobrevivir.

En el Boletín Oficial de la Provincia de Granada de 26 de marzo de 1947, el Juzgado Nº 1 de Granada hace saber que la Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas ha acordado el sobreseimiento provisional sobre la incautación de los bienes de un total de 19 personas; aparece el nombre de Federico García Lorca y el de nuestro abuelo; se informa de ello a autoridades, Bancos y Empresas, puesto que es evidente que la resolución podía tener consecuencias en distintos ámbitos.

Según hemos sabido gracias al Archivo Histórico Ferroviario, la Comisión Depuradora de RENFE decide NO DEPURARLO en 1949 (aunque en 1936 ya había sido expulsado). Pero al menos eso le permite acceder a una pensión de 4319 pesetas anuales, que sólo pudo cobrar durante unos dos años.

Sobrevivió trabajando como contable en Las Bodegas ”Las Tres M”, el era abstemio. En esas circunstancias morirían sus dos hijos menores: Pepe, con 17 años, enfermo de una pericarditis, y Luis, con 21 años, enfermo de una neumonía mal diagnosticada como tifus. Hasta Algeciras llegó el abuelo en tren, buscando la penicilina de estraperlo pero ya fue tarde para salvar a su hijo Luis, el más parecido a él pues también era rubio; nuestra hermana Inmaculada también es rubia…


Acumulamos los recuerdos de todas las cosas que en casa nos narraron. Siempre nos insistían en que el abuelo Diego era una persona tolerante; que siendo ateo, cuando llegaba a casa y escuchaba a su esposa rezar el rosario junto a otras mujeres, cerraba con discreción la puerta y regresaba más tarde para no perturbar sus rezos. También nos contaron que el día de su detención sustrajeron de la mesa de su despacho, como una prueba, un busto pequeño que hacía de pisapapeles y que los verdugos identificaron como a Lenin, cuando en realidad era el busto de Pablo Iglesias.

Nuestro padre, Juan, movilizado con 17 años (“la quinta del chupete”) fue destinado al Frente del Ebro, viviendo la terrible batalla; desertó del Ejército Nacional y uniformado llegó hasta Granada siguiendo las vías del ferrocarril. Entonces fue detenido y sometido a un Consejo de Guerra. Ingresado en el Hospital Militar fue dado por “loco” y declarado inútil para la actividad militar. Según nuestro padre los masones amigos del abuelo que eran médicos le salvaron la vida. En 1936, al comienzo de la guerra, acababa de matricularse en la Facultad de Medicina pero acabó trabajando en el ferrocarril como fogonero; seria maquinista de vapor y luego de máquinas diesel.

Gracias abuelos por existir y resistir.

Carmen Morente Muñoz
Inmaculada Morente Muñoz

sábado, 14 de enero de 2017

NUESTRA MAYOR FORTALEZA ES LA CRECIENTE RESTAURACIÓN DE LA MORAL DEL CHAVISMO


(Entrevista al doctor Jesús Peña Cedilla, profesor de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela, para El Otro País de Este Mundo)

P.- La última arremetida contra el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela afirma que los poderes públicos, en concreto el Consejo Nacional Electoral, obstaculizan la realización del Referéndum Revocatorio contra el Presidente Maduro. Con la Constitución y la Ley Electoral en la mano, ¿qué está ocurriendo?

R.- El referéndum revocatorio es de los mayores avances democráticos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.  Aquellos que desde el exterior exigen su aplicación saltándose todos los requerimientos, mucho bien harían a sus pueblos si incorporaran dicho mecanismo en las constituciones de sus países. Seguro que jamás se atreverán. 

Un referéndum con esos alcances es un procedimiento extremadamente serio. La oposición lo  desmereció con innumerables irregularidades de tramitación, convirtiéndolo todo en un formidable fraude (suplantación de identidad, firmas de muertos, firmas planas, etc.). Sin necesidad alguna, si en verdad querían el revocatorio: sólo precisaban recolectar unas cuatrocientas mil adhesiones.

Al presidente Maduro y a las personas que les robaron su identidad les ampara también la ley. Esas irregularidades y delitos han sido abordados por los tribunales luego de las denuncias de los afectados. Estamos en presencia del funcionamiento del Estado de Derecho y de poderes independientes. Igual sucedió cuando el revocatorio contra Chávez.

Nos encontramos ante una suspensión temporal del procedimiento hasta que se produzca la corrección de las irregularidades y se resuelvan los temas penales. Luego vendría la recolección de las firmas del veinte por ciento del padrón electoral. Todo está bastante claro desde lo legal e institucional, pero es evidente que la agenda opositora es otra.

Nunca el sector opositor ha estado interesado en una salida electoral y pacífica. Iniciaron el proceso revocatorio con tres meses de retraso, amañaron a conciencia la primera recolección de firmas. Buscan propiciar condiciones para un enfrentamiento violento que les abra las puertas del poder sin restricciones democráticas ni constitucionales, única manera de acabar de raíz, a sangre y fuego (a la manera Pinochet), con el chavismo. No buscan un cambio de gobierno, buscan extirpar una cultura, una fuerza interiorizada en el pueblo venezolano; dejando claro urbi et orbi lo que le sucederá a quien ose transitar caminos de auténtica transformación.

No se trata tampoco de la estrategia del golpe parlamentario (aunque intenten simularla), porque ni la constitución venezolana lo permite, ni tendrían la complicidad de otros poderes institucionales. Lo que procura la oposición -y lo hace a conciencia- es una salida inconstitucional, violenta y sin posibilidad de vuelta atrás. El revocatorio, la enmienda, la nacionalidad del Presidente, el juicio parlamentario, etc., son tácticas implementadas durante 2016 para construir las condiciones para la violencia y el golpe duro.

P.- Sabemos que la guerra económica contra el pueblo sigue activada, junto a la aparición de “focos” de violencia fascista en algunos puntos del país. ¿Cuál está siendo la contestación del pueblo de Venezuela.

R.- Debo dejar claro que Venezuela sigue siendo en lo fundamental un país que vive en paz: la gente hace su vida cotidiana trabajando, conviviendo en familia, adelantando proyectos, saliendo de vacaciones,  o celebrando la navidad. etc. Pero es evidente que los ataques contra el país siguen produciendo efectos perversos en el acceso a algunos productos de alta necesidad. Todas las semanas, los venezolanos debemos hacer alguna cola para adquirir algún bien indispensable a precio subsidiado; lejos de la caricatura de una crisis humanitaria. Es lo que desearían, pero no lo han logrado.

Seguimos entrampados en una guerra que no sólo es económica sino multidimensional, lo cual reclama soluciones de tipo estructural, no de corto plazo: acabar con el rentismo petrolero es lo básico, pero lo esencial es construir una sociedad distinta (en lo económico productivo, en la distribución del poder y la propiedad, en el sustrato de valores…), con balances muy alejados de los heredados de la IV República que prevalecen.
Uno de nuestros errores estratégicos es no haber abordado esas tareas con la fuerza, el rigor y los controles necesarios desde los primeros años de la revolución. Lo que se hizo fue al mismo tiempo mucho y poco, y cometimos errores en el manejo de los recursos destinados al cambio estratégico.

Sufrimos un abrazo fuerte del capitalismo que dejamos sin tocar. El capital controla buena parte del tejido económico y cultural. Un inmenso portón abierto para la agresión unificada del capitalismo como sistema, apoyado en acciones conscientes de la oligarquía nacional y extranjera.  Las batallas cruciales se están dando por el control estatal y social de los circuitos de distribución y comercialización. En términos estratégicos la guerra se ganará en el espacio de la producción y la propiedad. Las señales de que algo se avanza en  estos terrenos son cada vez mayores, pero estamos lejos de poder cantar victoria.

Resaltaría la mínima rentabilidad que ha significado esta guerra para los opositores. Lo ocurrido en las elecciones parlamentarias del 2015 (crecimiento vegetativo de la derecha y abstención de dos millones de chavistas) se ha reflejado en los intentos infructuosos de la contrarrevolución de darnos jaque mate a finales de 2016: la toma de Caracas en septiembre (una parte mínima del este opulento); la toma de Venezuela en octubre,  más de lo mismo; el paro general del 28-10, un fiasco absoluto y la toma de Miraflores del 3-11 tuvieron que evitarla; el diálogo propuesto por el presidente Maduro les cayó como agua bendita para anunciar una suspensión honrosa.

Los acontecimientos posteriores (intento de juicio presidencial, retractación de la Asamblea Nacional en su desacato al Tribunal Supremo, sentarse regañados en las mesas de diálogo y la avalancha de insultos que entre ellos se han lanzado, les obliga a postergar las tentativas para 2017.

P.- Las oligarquías de ambos lados del Atlántico siguen empeñadas en aislar a Venezuela, poniéndole trabas en MERCOSUR, promoviendo “resoluciones” fuera del país, o con declaraciones contrarias en la última Cumbre Iberoamericana celebrada. ¿Qué opinión le merece la actividad desarrollada por la Canciller Delcy Rodríguez

R.- El terreno internacional siempre ha sido un campo de batalla duro, más tras la pérdida de Chávez. Las derrotas sufridas en Argentina y Brasil, la claudicación de Uruguay… nos han puesto en la práctica fuera de Mercosur. La actuación de Almagro en la OEA ha hecho mucho daño. Pero ninguno de esos movimientos ha tenido eficacia.  

El diálogo para la convivencia pacífica propuesto por el gobierno ha logrado sobreponerse a las estrategias injerencistas. Esos escenarios tendrían que empeorar muchísimo para jugar algún papel en la reactivación de la violencia política en el país. La batuta de la oposición siempre la tendrán los Estados Unidos; sigue vigente el decreto de Obama, señalándonos como una ‘amenaza extraordinaria’ para esa potencia. La victoria de Trump –y más todavía, la derrota de la Clinton- ha dejadon a la derecha con los planes aparcados (hasta nuevas órdenes).

La Canciller Delcy Rodríguez ha demostrado ser una gran líder. Un cuadro de la revolución puesto a prueba, sometida a todo tipo de ataques (incluidos los de corte machista). Sus más recientes logros han sido la transferencia efectiva a Venezuela de la Presidencia de los No Alineados (Cumbre realizada sin inconveniente alguno en Margarita en pleno delirio opositor) y la muy honrosa presentación anual del país ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (un orgullo ver una delegación de puras mujeres defendiendo exitosamente a nuestra patria). La Canciller ha demostrado que en los espacios globales seguimos obteniendo victorias y que el discurso opositor sigue siendo ineficaz. Otra cosa son las acciones de los gobiernos derechistas latinoamericanos (y de España), que alimentan las mentiras de los medios globales, empedernidos tergiversadores y encubridores de los verdaderos hechos.

P.- Fracasada la Huelga General y los intentos de “tomar Miraflores”, ¿cómo crees que se comportará la oposición fascista en el futuro?

R.- Sus fracasos recientes la han puesto al borde del colapso. Tuvo que venir un enviado del norte (Shannon) para evitar la división abierta.  Más temprano que tarde abandonarán el diálogo y volverán con su agenda desestabilizadora y violenta en el marco de la guerra generalizada que sufre nuestro país.
Los procesos electorales inminentes volverán a tensionarla por el poder, pero la mano de Shannon siempre estará para reordenar el rebaño. 

El marco institucional de cinco Poderes Públicos (más el Poder Popular) que construyó Chávez ha resistido extraordinariamente los intentos desestabilizadores centrados en el dominio opositor de la Asamblea Nacional (además de la torpeza de sus conjuras): la AN ha cerrado el año subordinándose al Tribunal Supremo de Justicia al retractarse por el desacato cometido al incorporar ilegalmente a varios diputados. Pero sus intentos de generar conflictos se reactivaran en 2017. Veremos mucha tensión en torno a la renovación del Poder Electoral, pero creo que saldremos bien de estos procedimientos institucionales.

Más difícil la tendremos en los próximos procesos electorales si no logramos avances definitivos en el terreno económico cotidiano. La abstención de nuestra base social le seguirá transfiriendo poder a la derecha; esta vez poder local y regional. Una perspectiva más peligrosa que la vivida este año con una Asamblea Nacional en manos opositoras.

P. ¿En qué elementos situaría las debilidades y  fortalezas del proceso bolivariano hoy?

R.- Hasta ahora el mejoramiento de la situación económica es muy pequeño y la sustentabilidad de nuestras medidas está por verse.  Los opositores insisten en sabotear la producción y el suministro de todo tipo de bienes y servicios,  la moneda nacional y la psicología del venezolano. Nuestra contraofensiva, centrada en los Comités de Abastecimiento y Producción (CLAP), muestra demasiada improvisación. Se requiere más audacia en el tema de la unificación cambiaria (pasando del subsidio de productos al apoyo directo a las familias y comunidades, algo ya prefigurado en las tarjetas de alimentación y en la defensa continua del salario), el poder popular (integrado en los CLAP) debe ser todavía más empoderado, y  no se ven suficientes progresos en el castigo a la corrupción

Nuestra principal fortaleza en el terreno político es la creciente restauración de la moral del chavismo. Somos la única fuerza con un proyecto de país aceptado por la mayoría de los venezolanos (incluso por muchos que no votan al chavismo). Estamos movilizados en la calle y hemos recuperado la disposición al combate, mientras la derecha decepciona al mostrarse inepta y enceguecida, y, ahora, más desmoralizada y dividida que nunca. Las estrategias defensivas frente a la guerra se están transformando en ofensivas (dejando un saldo organizativo y de conciencia creciente) y, para bien y para mal, el año próximo se prevé una mejora sustancial en el precio del petróleo.

P.- El Gobierno de Venezuela, desde los tiempos de Chávez, ha llamado al diálogo y a la negociación política de manera sincera, chocando con la irracionalidad de la oposición fascistizada y de los grandes grupos económicos en el país. ¿Esperas algo positivo de la nueva iniciativa?

R.- Cosas positivas ya se han dado en el marco de esa iniciativa.
Se reafirmó que la posición pacífica del gobierno revolucionario es de principios, que eso no se contradice con poseer una Fuerza Armada reafirmada como pilar para el mantenimiento de la convivencia entre los venezolanos, y que dialogar no tiene que ver con renuncias o capitulaciones.
Se desactivó para el 2016 la agenda violenta y los planes de golpe en todas sus variantes. No dudamos que se reactivarán el año próximo, pero con el fardo de esta nueva derrota encima.
Se dividió todavía más la derecha, con los fascistas de Leopoldo López y María Corina Machado más aislados (y encolerizados) que nunca. Pero todas las facciones sin mayor respaldo violento de calle.

No se pueden esperar resultados de reconciliación y convivencia de largo plazo con la oposición fascista venezolana. Nunca abandonará sus propósitos de asaltar violentamente el poder; pero la estrategia del diálogo –además de detenerlos- les ha agregado el coste político que tendrán que pagar cuando decidan (y así lo harán) levantarse de la mesa.

P.- Tengo que reconocer, profesor Peña, que estoy espantada de leer la opinión de la extrema izquierda en Venezuela y fuera de ella, que sus planteamientos se acerquen cada día más a los de la oposición fascistizada, ¿cómo interpreta este fenómeno?

R.- Cierto. Uno se sorprende y piensa que se trata de anomalías inexplicables, pero cuando se revisan otras historias, cercanas y lejanas, se descubre que ese ha sido el destino de los afectados por lo que Lenin llamó ‘enfermedad infantil del izquierdismo’.

Vemos los lamentables posicionamientos de figuras antes chavistas que admirábamos. Podría decir que no los entiendo, pero no es así. Todo se explica por una combinación de diferencias reales  acerca de táctica y estrategia (casi nunca el principal factor), viejos odios personales, desprecios clasistas enmascarados, despechos burocráticos, apetencias desmedidas, egos heridos y –el disparador de todo- mal cálculo político sobre la inminente caída del gobierno. Un oportunismo de poca monta alimentado por nuestra abismal deuda con la formación ideológica, no solo del ciudadano común, sino de mucha dirigencia; lo que permite la llegada de farsantes a altos puestos de dirección.

Sin meterlo en el saco de los traidores, sirva de ejemplo lo sucedido con el actual Ministro de Cultura, un joven empeñado en ejercer bien sus funciones. Éste comunicaba en rueda de prensa que (con asesores de la península, por cierto) iba a lanzar la ‘Marca Venezuela’, como su proyecto estrella desde el Ministerio… poco de cambio profundo de la sociedad y de conciencia acerca de la batalla en la que nos encontramos, se puede derivar de dicha consigna. Que el capitalismo convierte todo en mercancía lo sabemos, pero que esas dinámicas  las impulse el Ministerio de Cultura de un gobierno que aspira a construir el socialismo son palabras mayores. La campaña se retiró; solo lo muestro como ejemplo de lo que para mí es una falla ‘tectónica’ en esta revolución.

Las vicisitudes de la actual coyuntura, cuando la extrema derecha se desnudó completica abandonando con descaro sus falsas pretensiones de un revocatorio contra Maduro, han dejado íngrimos y solos con esa consigna de la derecha a los ultraizquierdistas de todo pelaje que se sumaron a ella a última hora. ¡Ahora solo Marea Socialista, el sindicato UNETE y unos pocos ex-ministros (Navarro, Álvarez, Osorio. Márquez…), piden revocatorio!, dejando de considerar los extremos legales y constitucionales y despreciando irresponsablemente las consecuencias de calado político, económico y de convivencia contra el pueblo venezolano que vendrían aparejadas con la sola convocatoria irregular del procedimiento y en las condiciones de asedio que actualmente sufrimos. Una verdadera vergüenza.

 Roete Rojo